diumenge, 10 d’abril del 2016

Practica la dieta psicológica y di adiós a la operación bikini

 



No hay derecho . Después de todas las comilonas de Navidad y justo cuando empezamos a asimilar que quizás no somos capaces de llevar a cabo todos los objetivos que nos habíamos marcado para el nuevo año y empezamos a asumir que tenemos que reducir nuestras expectativas, llega el reto más difícil y más estresante para todas aquellas personas que pesamos más de 50 kg: la temida operación bikini!.


Y resulta que, es oír hablar de la operación bikini y mi cerebro rebelde empieza a enviar un mensaje inequívoco a cada una de mis células: tengo hambre, tengo hambre, tengo hambre. Así que en un intento desesperado de, este año si, empezar a tiempo y perder unos kilitos antes del verano, me he puesto a googlear en busca de una dieta milagrosa que me deje estupenda sin tener que sacrificarme mucho -una es de buen comer y de buen beber, qué le vamos a hacer-, y alguno de los resultados de la búsqueda me han dejado estremecida. De verdad hay alguien en el mundo que se haya adelgazado con alguna de estas LOCURAS?. 


Locuras como la dieta de la Bella Durmiente -o Sleeping Beauty si lo prefieres-: esta fantástica dieta propone pasar el máximo tiempo posible durmiendo para que el hecho de estar dormido te impida comer. Y si para eso tienes que recurrir a sedar con somníferos, pues lo haces y punto. Dicen que Elvis Preysler era fan de esta dieta. Sin palabras. O como la dieta de la Luna, que consiste en realizar un ayuno de 26 horas -en las que solamente podrás beber agua- coincidendo con cada cambio de fase lunar, concretamente durante elcambio de luna llena a luna nueva-. Sin comentarios. Otra, la dieta del Paraíso, que consiste en comer lo que comían nuestros más antiguos antepasados​​: empiezas comiendo manzanas TODO el día y poco a poco vas incorporando otros alimentos como cereales sin gluten, frutos secos, verduras y frutas. Piensa que esta dieta ha invertido la historia de Adán y Eva y el pecado no son las manzanas sino los azúcares y los alimentos procesados​​. 


Y la cosa no terminaba ahí. Había propuestas escalofriantes como tragarte un parásito intestinal en forma de lombriz para se acomode en tu aparato digestivo y te encuentres tan mal que no comas y si por casualidad comes algo, que se lo trague el gusano. También proponían comer en platos azules porque se supone que este color quita el hambre -incluso en el año 2012 la empresa nipona Yumetai sacó al mercado unas gafas con los cristales azules para sentir menos apetito frente a un plato suculento-. Otros consejos eran: beber sólo coca cola light y comer galletas integrales durante todo el día o seguir la dieta de los bebés y ingerir únicamente potitos sin aditivos. 


Resumiendo. Hemos perdido la cabeza o qué???. Está claro que no hay consejor milagrosos en esto de adelgazar y está más claro aun, que no pienso perder el tiempo y la salud con ninguna de estas dietas absurdas, así que quizás es mucho más efectivo empezar una dieta psicológica, que dicen que es la definitiva, porque está demostrado que hay una relación entre la forma en que se comporta nuestro cuerpo y el mensaje emocional que nosotros mismos le enviamos para que funcione de una manera u otra. 


Y en qué consiste la dieta psicológica?

Pues en realidad es muy sencilla y efectiva, basta con seguir estas indicaciones:
  1. RECONCÍLIATE: Contigo y con tu cuerpo. Mírate en el espejo con poca ropa o ninguna. Obsérvate sin miedo. Acaricia lo que menos te gusta de ti -como los muslos con celulitis, o la barriga, o los brazos anchos, o las cicatrices o las arrugas-. Mírate y remírate, que no pasa nada. Eres tú. Siempre eres tú, más gorda o más delgada. Rompe los patrones nocivos. Sonríe a tu imagen reflejada en el espejo. Y luego llena la bañera, pon unas bolas de jabón o unas sales y relájate.
  2. RECONOCIMIENTO: Levántate por la mañana y habla contigo misma. Dirígete a tu cuerpo, dile cosas buenas porque te ha acompañado desde el primer día en este mundo. Dile que es hermoso. Dile que tal vez ya no tienes veinte años, o que has tenido hijos o que quizás lo has descuidado, pero que de ahora en adelante piensas estar más por él. Y reflexiona estas palabras todo el día.
  3. SENSUALIDAD: Busca tiempo para ti y vuelve a mirarte en el espejo. Sonríete. Mira las partes de tu cuerpo que más te gustan, las que te hacen sentir más guapa. Recuerda todas las veces que alguien ha halagado tus ojos, tus cabellos, tus piernas o tus manos por ejemplo. Reconoce que tienes un cuerpo sensual que te gusta -y que gusta-. No te quites méritos. Da las gracias. Felicítate.
  4. ABRAZO: Abrázate y mímate. Dale a tu cuerpo todos los caprichos que estén en tus manos: masajes, corte de pelo, limpieza de cutis, manicura, estrena una nueva mascarilla hidratante, ponte una crema con olor a canela, unta tu cabello con aceites, perfúmate...
  5. ROPA: Haz una limpieza de armario. Quédate sólo con la ropa que te gusta de verdad y deshazte de la que no te gusta en absoluto, al margen de la talla que tenga. Si te pruebas una falda que te encanta y ahora no te va bien no te preocupes y repite en voz alta : "Ya falta poco ". Y vuelve a dejarla en tu armario. Hazte a la idea de que ya te va bien. Pruébatela a menudo. Repite en voz alta muchas veces que te gusta tu cuerpo, que lo valoras. Háblate siempre en presente. Mentalízate que estas en tu peso. Gústate a ti misma. 
  6. LA COMIDA: A la hora de comer, piensa en los alimentos que no te convienen y que no comerás, al menos durante un tiempo, porque son demasiado dañinos para tu cuerpo -azúcares, bollería industrial, alimentos cocinados con mucho aceite-. Pero al mismo tiempo, hazte a la idea de que comer no es pecado. Así que no te sientas culpable. Come de todo pero come menos cantidad. Come lo que tu cuerpo realmente necesita y no las cantidades exageradas que acostumbramos a comer. Cuida tu alimentación: aprende a comer de manera sana. Si es posible, visita a un nutricionista . Mira lo que comes , lo que bebes. Vigila como tratas a tu cuerpo, porque es el único que tienes.
  7. ENERGÍA Y EJERCICIO: Muévete. Si puedes ir a algún sitio caminando, ve caminando. Si puedes subir unas escaleras a pie, súbelas a pie. Pon música y baila. Canta con voz muy alta. Nada si tienes la playa cerca. Y si a tu casa le falta una mano de pintura, píntala tú. Y si puedes tener sexo con alguien que amas, ponte a ello tanto como puedas.

Para empezar la dieta psicológica, pon en marcha estas 7 propuestas a lo largo de toda una semana y verás que te siente mucho mejor. Y entonces empieza a llevar una alimentación equilibrada y sana. Fuera el autoboicot. Fuera las autocríticas, la inseguridad y la falta de autoestima. Nada de buscarse todos los defectos. Pídete perdón por faltarte a ti misma y práctica cualquiera de estos siete puntos inmediatamente. 


Recuerda que los grandes cambios empiezan de adentro hacia fuera y que tú tienes el control. Si aplicas de manera continuada esta dieta emocional, verás que con el tiempo aprendes a amarte . Y cuando te quieras a ti misma, verás que todo fluye. Y cuando todo fluye, tanto como tú te quieras a ti misma, te querrán los demás. Y entonces, proponte todo lo que quieras, porque seguro, seguro, que lo conseguirás . 

Así que no vuelvas a rechazar tu cuerpo nunca más y di adiós para siempre a las dietas. Ah, y el próximo día hablamos del running, este deporte anticrisis que ahora parece que lo practica todo el mundo, y del concepto mens sana in corpore sano.

Cap comentari :

Publica un comentari a l'entrada