El gaslighting o luz de gas, es una técnica de maltrato
psicológico utilizada por los narcisistas con el fin de producir en la víctima
una ansiedad extrema y un nivel de confusión tal, que ya no confíe en su propia
memoria, percepción o juicio con la finalidad de acabar controlando a esa
persona. Es un maltrato que suele acontecer en un entorno familiar, de amistad
o de pareja y casi siempre, el acosador es
una persona cercana en quien la víctima confía. El maltratador tiene una
personalidad manipuladora y malévola, y
una gran capacidad de convencimiento, y una vez ha escogido a su víctima,
tratará de convencerla por todos los medios de que su percepción de la
realidad, de los hechos y de las relaciones personales está equivocada y es
engañosa para ella misma, para conseguir anular su voluntad y obtener el
control absoluto sobre ella.
El término hacer luz de gas proviene de la obra de teatro británica Gas Light (1938) y de sus posteriores adaptaciones cinematográficas. Y en la década de los 70 se empezó a utilizar coloquialmente el término luz de gas para describir los esfuerzos para manipular el sentido de realidad de una persona.
En una primera etapa, el maltratador se esfuerza por establecer una relación privilegiada con la víctima, mostrándose servicial, agasajándola constantemente, prestándole seductoras atenciones o enamorándola. En esta etapa el maltratador situa a la víctima en un pedestal imaginario y se dedicar a “adorarla” -mito del falso pedestal-. Pero una vez ha conseguido la confianza y la estima de la víctima, el maltratador modifica su comportamiento, empezando en este momento el proceso de devaluación de la víctima.
Durante el proceso de devaluación, los métodos empleados por el maltratador para generar confusión en la víctima son muchos y muy variados:
El término hacer luz de gas proviene de la obra de teatro británica Gas Light (1938) y de sus posteriores adaptaciones cinematográficas. Y en la década de los 70 se empezó a utilizar coloquialmente el término luz de gas para describir los esfuerzos para manipular el sentido de realidad de una persona.
En una primera etapa, el maltratador se esfuerza por establecer una relación privilegiada con la víctima, mostrándose servicial, agasajándola constantemente, prestándole seductoras atenciones o enamorándola. En esta etapa el maltratador situa a la víctima en un pedestal imaginario y se dedicar a “adorarla” -mito del falso pedestal-. Pero una vez ha conseguido la confianza y la estima de la víctima, el maltratador modifica su comportamiento, empezando en este momento el proceso de devaluación de la víctima.
Durante el proceso de devaluación, los métodos empleados por el maltratador para generar confusión en la víctima son muchos y muy variados:
- Retener con frecuencia y de forma sistemática información sobre hechos y sucesos, que son reemplazados con información falsa
- Esconder o cambiar de lugar objetos personales de la víctima para desorientarla
- Producir ruidos que el manipulador dice no escuchar
- Negar que se haya sostenido una conversación
- Negar que algo ha sucedido a pesar de que la víctima presente pruebas “irrefutables” (porque entonces el maltratador la acusará de inventar, de estar loca, de invadir su intimidad o de intentar controlar).
- Además de negar ante la víctima algo que ella misma ha presenciado, ha dicho o ha escuchado, puede ocurrir al revés y que el maltratador intente convencer a la víctima de que ella ha hecho o dicho algo que en realidad no ha tenido lugar.
- Limitar la vida social de la víctima, aislarla de su entorno. Para ello se la hace desconfiar de todo y de todos garantizando así que no airee información de lo que está ocurriendo y a su vez, que la víctima acabe confiando únicamente en el acosador.
Una vez creada la confusión
en la víctima, el maltratador la acusará de tener lagunas mentales, de ser
despistada, de ser mentirosa y beligerante, de ser desleal, mala persona, e intentará demostrar, con
mentiras y falsos testimonios, que personas ajenas a la relación (amistades o
familiares), también creen que la víctima es una persona caótica.
Un ejemplo: pongamos que el manipulador es infiel a su pareja y esta le pide explicaciones. Inmediatamente él la acusa de inventarse problemas, de tergiversar y malinterpretar la realidad. La acusa de ser desconfiada, de querer controlarlo todo, de no amar suficiente, de deformar las palabras y las intenciones de los demás. La acusa de imaginar enemigos y fantasmas inexistentes, de tener un problema de salud que le hace perder la memoria, de ser ella la infiel. Dirá que ya le habían advertido de que la víctima era una persona problemática incapaz de mantener una relación duradera. Dirá que está tan preocupado que no ha tenido más remedido que hablar con la familia de la víctima para explicarles lo mal que está él a causa del comportamiento de ella. Dirá que sospecha que es ella quién hace tiempo que tiene un amante. Tergiversará información del pasado que en algún momento la víctima ha compartido con él y la utilizará para sembrar la duda en la víctima...
Un ejemplo: pongamos que el manipulador es infiel a su pareja y esta le pide explicaciones. Inmediatamente él la acusa de inventarse problemas, de tergiversar y malinterpretar la realidad. La acusa de ser desconfiada, de querer controlarlo todo, de no amar suficiente, de deformar las palabras y las intenciones de los demás. La acusa de imaginar enemigos y fantasmas inexistentes, de tener un problema de salud que le hace perder la memoria, de ser ella la infiel. Dirá que ya le habían advertido de que la víctima era una persona problemática incapaz de mantener una relación duradera. Dirá que está tan preocupado que no ha tenido más remedido que hablar con la familia de la víctima para explicarles lo mal que está él a causa del comportamiento de ella. Dirá que sospecha que es ella quién hace tiempo que tiene un amante. Tergiversará información del pasado que en algún momento la víctima ha compartido con él y la utilizará para sembrar la duda en la víctima...