dimarts, 28 d’abril del 2015

Nadie escapa al efecto halo

Nadie escapa al efecto halo. Puede que creas que a ti no te afecta, que eres una persona objetiva e imparcial, pero te aseguro que a diario actúas bajo el efecto halo.

El efecto halo consiste en realizar una generalización errónea a partir de una sola característica de un objeto o de una persona, es decir, realizamos de manera inconsciente un juicio previo, a partir del cual generalizamos el resto de características. Más o menos vendría a ser: me cruzo con una mujer guapa -cualidad positiva- e inmediatamente le atribuyo un sinfín de características favorables -inteligencia, honestidad, dulzura- aún cuando no he podido comprobar si las tiene o no. Por lo tanto, he dejado de lado mi objetividad y a partir de una primera impresión positiva, he dado por supuesto toda una serie de características positivas. O puede ocurrir al revés, efecto halo invertido o Devil effect, cuando a partir de un rasgo negativo -por ejemplo alguién que es feo-, lo evaluamos con características negativas como por ejemplo huraño, desagradable, aburrido.

El efecto halo fue descrito por primera vez en 1920 por el psicólogo E.L. Thorndike y parece ser que nos influye en todas nuestras primeras impresiones en lo referente al físico, la indumentaria, el carácter o a la profesión de una persona: si descubres que una persona es envidiosa directamente le atribuyes muchas más características negativas -que quizás tiene o quizás no-.

Pero además, el efecto halo se relaciona directamente con el nivel de atracción física que sentimos hacia otra persona. Esto se dedujo del siguiente experimento: se reunieron dos grupos de estudiantes y a cada grupo se le mostró un vídeo de un profesor dando clase, exactamente el mismo profesor, pero a un grupo se le mostró un vídeo en el que el profesor se mostraba cordial y afable, y al otro grupo se le mostró un vídeo donde se comportaba autoritario e imperativo. Posteriormente se pidió a cada grupo que describiera el aspecto físico del profesor... ¿Qué creéis que sucedió?. Pues bien, los estudiantes que vieron la faceta positiva, lo describieron como una persona simpática y atractiva, mientras que los estudiantes que visionaron la faceta negativa, lo calificaron con adjetivos físicos poco favorecedores. Pero además, se les preguntó a los estudiantes si pensaban que la actitud del profesor había influido en la evaluación de su aspecto físico y todos respondieron que no, convencidos que sus juicios habían sido totalmente objetivos.

Es evidente que a diario nos vemos afectados por el efecto halo, ya sea positiva o negativamente, al evaluar o ser evaluados por los demás, pero este enjuiciamiento adquiere especial relevancia en el entorno laboral, cuando nos enfrentamos a entrevistas de trabajo, a procesos judiciales o empezamos a cursar nuevos estudios.
El efecto halo también desempeña una papel muy importante en el marketing: como estrategia de posicionamiento, fabricando y promocionando un excepcional producto en particular con la finalidad de promover las ventas de la marca completa, contratando a una celebridad para promocionar determinados productos -aún cuando este personaje famoso no tenga experiencia en evaluar el producto ni ninguna afiliación previa con él-, etc.

A nivel personal os diré que en el momento justo que conozco a alguién, si esta persona tiene "la mala suerte" de parecerse físicamente a una persona que yo considere tóxicas o non gratas, no puedo evitar percibir en ella ciertas cualidades negativas - cuando en realidad, el parecido físico no tiene nada que ver con la personalidad de cada uno-. Del mismo modo, si alguién que acabo de conocer se parece físicamente a alguién a quién aprecio, inmediatamente le atribuyo cualidades positivas.  

En fin, aunque no seamos conscientes de la influencia del efecto halo sobre nuestros juicios, ¡nadie escapa al efecto halo!



dimecres, 6 de febrer del 2013

SIEMPRE POSITIVO, NUNCA NEGATIVO



Que el cervell governa la nostra vida i la pot fer canviar de manera radical, és un fet. Però a més, la seva activat és permanent de manera que els éssers humans mantenim una conversa mental constant i parlem amb nosaltres mateixos les vint-i-quatre hores del dia, tots els dies de la nostra vida... Per desgràcia però, aquestes converses internes no sempre són positives: no us heu adonat que de vegades us arriba un pensament negatiu, i aquest n´arrossega un altre de pitjor, i després un altre, i un altre... de manera que entres en un "bucle" de negativitat sense fi?.

La nostra ment es tan poderosa que ens pot arribar a convèncer de qualsevol cosa -bona o dolenta- i pot determinar per endavant, si tindrem un bon dia o no. Per això, seria molt interessant aprendre a rectificar a temps, per sortir del cercle viciós del pessimisme tan bon punt aparegui un pensament negatiu. 

Em ve al cap un d´aquells moments, altament nocius per l´autoestima, en els que et comences a provar tota la teva roba de la temporada present, passada i futura i resulta que tot et queda malament, i entres a un roda de pensament negatiu tipus: estic grossa, vaja panxa, que blanca sóc merda, quina flaccidesa als braços per favor i aquest cabells tan apagats... de manera que t´enfonses a tu mateixa a un metre per sota del nivell del mar i ja no esperis tenir un gran dia ni de conya. O al contrari, un dia d´aquells en el que brilles amb llum pròpia, et poses un vestit nou, et mires al mirall quan estas a punt de sortir de casa i no pots evitar picar l´ullet al bombonet  que et somriu des de l´altra banda. I aleshores, ja convençuda totalment del teu encant personal, t´atreveixes amb aquell pintallavis de color raret o et col.loques un mocador al cap o et fas dues cues de nena petita, perquè avui ets preciosa, tot et queda bé i segur que et menjaràs el món sencer. 

I vés per on, que no es tracta de dues persones diferents, només hi ha una. Sempre ets tu. El que canvia és la teva ment i la manera de veure les coses. 

Però com ho fem per tenir sempre un enfocament positiu?. En primer lloc, practicant. En segon lloc, visualitzant. Perquè de la mateixa manera que la ment pot recordar i reviure fets i imatges del passat, també pot representar coses que no han passat: podem dirigir els nostres pensaments i visualitzar coses positives, utilitzant la imaginació per recrear allò que més desitgem. Fins i tot, hi ha estudis que afirmen que, pel que respecta a l´activitat cerebral, imaginar alguna cosa i experimentar-la són, en certa manera, equivalents - en el curs de pre-part li dediquen una classe sencera a aquesta teoria-. Per tant, si visualitzes fets positius, és una mica com si els visquessis, i de passada, els atraus, ajudes a que es facin realitat.

Així que ara mateix vaig a ficar-me al llit i vaig a dirigir el meu pensament només cap a coses molt positives... No cal que us digui que habitualment hi ha un munt de persones que solen aparèixer a les meves visualitzacions positives nocturnes, però avui penso concentrar-me especialment en una d´elles perquè desitjo que demà al matí tot li vagi com ella espera... I que passi ràpid!





dijous, 31 de gener del 2013

Bajo el efecto Pigmalión - Sota l´efecte Pigmalió



En la mitología griega, Pigmalión, rey de Chipre, buscó durante años una mujer para casarse. Pero no acababa de decidirse porque quería que fuera perfecta así que cansado de no encontrar a nadie que encajara con su ideal de belleza, decidió dedicarse exclusivamente a crear esculturas preciosas para compensar esta frustración. Y entonces se enamoró de una de sus esculturas más bonitas: Galatea.  

No dejaba de pensar en ella día y noche, y a menudo se encontraba implorando a Afrodita -diosa griega del amor , la belleza y la sexualidad- rogando que su creación de marfil cobrara vida. Sin saberlo había superado sus propias expectativas con la creación de una escultura tan perfecta que se había enamorado locamente. Una noche, después de una celebración en honor a Afrodita, Pigmalión soñó vivamente que su amada se convertía humana. Afrodita conmovida por el sentimiento profundo del rey hacia Galatea, se compadeció de él e hizo que su deseo se hiciera realidad. Galatea, ya convertida en mujer, se enamoró perdidamente del rey y se casaron. 


Cuando hay un suceso en el que la persona consigue lo que se ha propuesto previamente debido a la creencia de que puede conseguirlo, estamos bajo el efecto Pigmalión. Una profecía autocumplida. Un mecanismo por el que un resultado se acerca a las expectativas previas porque inconscienmente se ha modificado la conducta para que así sea. Una especie de expectativa propia o ajena que incita a las personas a actuar de manera que la expectativa acaba convirtiéndose en realidad.  


Hasta aquí, supongo, todos estaremos de acuerdo en que el efecto Pigmalión sólo podría generar ventajas , pues creer en uno mismo o que los demás crean en nosotros, fomenta la autoestima y nos motiva a obtener mejores resultados. 


El problema sin embargo, es que el efecto Pigmalión puede ser positivo o puede ser negativo y este ambigüedad ha generado numerosas controversias en su aplicación. Como muestra, un experimento real: en una clase de alumnos iguales, sin diferencias intelectuales, todos plenamente capaces de realizar las mismas tareas con resultados similar -aprobar el curso- se eligió a un profesor, se le sacó del aula y se le dijo que unos alumnos en concreto tenían una capacidad más elevada que el resto y un gran futuro por delante, mientras que otros alumnos tenían una capacidad más limitada y dificultades de aprendizaje que hacían presumir que no llegarían demasiado lejos. En realidad todos estos datos eran mentira, pero resulta que al finalizar el curso se observó que aquellos alumnos de los que se esperaba un alto rendimiento lo tuvieron y aquellos de los que se esperaba un bajo rendimiento, tuvieron unas calificaciones muy mediocres. Tuvo lugar el efecto Pigmalión.