Imagineu que teniu dos fills: un d´ells sempre es queixa de tot, té un esperit rebel i s´oposa per inèrcia a qualsevol petició que li feu. És, com dir-ho, molest. Busca-raons. Però el cert és que sempre acaba fent totes les tasques que li demaneu. I les fa bé. Fins i tot millor que bé, perquè es molt perfeccionista. L´altre fill, més tranquil i serè, sempre us diu a tot que sí. Mai es queixa. Quan li demaneu que es faci responsable d´una tasca, de seguida mostra voluntat de dur-la a terme, però després, a l´hora de la veritat, mai l´acaba del tot, la fa a mitges i sempre té una excusa -excusa que us exposa molt dolçament, aclucant els ulls mentre us demana amablement la vostra ajuda-.
Si us quedeu en una primera lectura, el germà rebel creixerà escoltant que és dolent - tot i que en els fons és responsable i treballador- i el germà serè, creixarà escoltant que té molt bon caràcter, que és molt bon minyó i que posa molta voluntat en tot - tot i que a la llarga mai acaba res i sempre aconsegueix que els altres carreguin amb la seva responsabilitat-.
El que passa és que ser pares o estimar a algú implica fer una segona lectura, o una tercera o una quarta si és necessari. No us heu adonat que cada ésser humà té un caràcter i una personalitat diferent? No penseu que malgrat que el fill "rebel" hauria de llimar el seu caràcter té molt bon cor i és molt responsable? No us ha
passat pel cap, ni una sola vegada, que el fill "serè" és molt viu i molt
llest i ha trobat l´estratègia perfecta per no fer res i quedar sempre
bé? De debó voleu premiar i fomentar la MANIPULACIÓ, les excuses inventades i les mitges veritats? Qui dels dos és més confiable?.
Per conèixer a un fill, a un amic o a la parella, per veure la seva essència i entendre-la, cal fer moltes lectures. Moltes. Però sovint per manca de temps o per comoditat, ens quedem amb una primera lectura i estigmatitzem a un nen amb l´etiqueta de "dolent" quan l´únic que calia era posar-hi una mica de la nostra part: veure´l i escoltar-lo amb el cor -enlloc d´amb els ulls i les oïdes- i donar-li eines per canalitzar correctament la seva rebel.lia.
Penseu també que amb la persona que ens resulta còmode perquè sempre esta d´acord amb el nostre parer, hem d´anar més enllà i esbrinar si les seves peticions d´ajuda són reals. També hauríem d´analitzar si la seva aparent fragilitat ens "agrada" perquè ens fa sentir útils i imprescindibles. O pitjor encara, no serà que sota la disfressa de l´amabilitat i la màscara de la fragilitat l´únic que vol aquesta persona és prendre´ns el numero?.
Així que ja ho avanço, si no aneu més enllà, si no mireu el fons de les persones i us quedeu només a la superfície, el germà "rebel" creixerà amb la culpa i l´etiqueta de "dolent" i el germà de les "excuses" ben estructurades creixerà amb l´etiqueta de "bo" -interioritzant a més a més, que la manipulació és una eina positiva-. I costa molt, molt, desempallegar-se de les etiquetes que ens endollen de petits. O cal que us expliqui com és la vida d´un adult que ha passat la seva infantesa escoltant que era DOLENT? O cal que us expliqui el mal que pot arribar a escampar un adult MANIPULADOR?.
Si us plau, abans d´etiquetar a ningú, sigui gran o infant, no et quedis amb la lectura fàcil. Pensa-t´ho dues vegades, fixa-t´hi, ves més enllà de les aparences, i MIRA´L FINS QUE SIGUIS CAPAÇ DE VEURE´L.
Imagina que tienes dos hijos: uno de ellos siempre se queja de todo, tiene un espíritu rebelde y se opone por inercia a cualquier petición que le hagas. Es, cómo decirlo, molesto. Le gusta discutir. Pero lo cierto es que siempre termina haciendo todas las tareas que le pides. Y las hace bien. Incluso mejor que bien, porque es muy perfeccionista. El otro hijo, más tranquilo y sereno, siempre te dice a todo que sí. Nunca se queja. Cuando le pides que se haga responsable de una tarea, enseguida muestra voluntad de llevarla a cabo, pero después, a la hora de la verdad, nunca la acaba del todo, la hace a medias y siempre tiene una excusa - excusa que te expone muy dulcemente, entornando los ojos, mientras te pide amablemente que le ayude-.
Si os quedáis con una primera lectura, el hermano rebelde crecerá escuchando que es malo - aunque en el fondo es responsable y trabajador -y el hermano sereno, crecerá escuchando que tiene muy buen carácter, que es muy buen chico y que pone mucha voluntad en todo - aunque a la larga nunca termina nada y siempre consigue que los demás carguen con su responsabilidad-.
Lo que pasa es que ser padres o amar a alguien implica hacer una segunda lectura , o una tercera o una cuarta si es necesario. No os habéis dado cuenta de que cada ser humano tiene un carácter y una personalidad diferente? No pensáis que aunque el hijo " rebelde " debe limar su carácter tiene muy buen corazón y es muy responsable? No os ha pasado por la cabeza, ni una sola vez , que el hijo "sereno" es muy vivo y muy listo y ha encontrado la estrategia perfecta para no hacer nada y quedar siempre bien ? De verdad deseáis premiar y fomentar la MANIPULACIÓN, las excusas inventadas y las medias verdades? ¿Quién de los dos os parece más confiable ?.
Para conocer a un hijo, a un amigo o a la pareja, para captar su esencia y entenderla, hay que hacer muchas lecturas. Muchas. Pero a menudo por falta de tiempo o por comodidad, nos quedamos con una primera lectura y estigmatizamos a un niño con la etiqueta de "malo" cuando lo único que hacía falta era poner un poco de nuestra parte: verle y escucharle con el corazón - en lugar de con los ojos y los oídos - y darle herramientas para canalizar correctamente su rebeldía-.
Pensad también que con la persona que nos resulta cómoda porque siempre está de acuerdo con nuestra opinión, deberíamos ir más allá y averiguar si sus peticiones de ayuda son reales. También tendríamos que analizar si su aparente fragilidad nos "gusta" porque nos hace sentir útiles e imprescindibles. O peor aún, no será que bajo el disfraz de la amabilidad y la máscara de la fragilidad lo único que quiere esta persona es tomarnos el pelo?.
Así que ya os lo adelanto, si no vais más allá, si no miráis el fondo de las personas y os quedáis sólo en la superficie, el hermano "rebelde" crecerá con la culpa y la etiqueta de "malo" y el hermano de las "excusas" bien estructuradas crecerá con la etiqueta de "bueno" - interiorizando además, que la manipulación es una herramienta positiva-. Y cuesta mucho, mucho, desembarazarse de las etiquetas que nos enchufan de pequeños. O necesitáis que os explique cómo es la vida de un adulto que ha pasado su infancia escuchando que era MALO? O necesitáis que os explique el daño que puede llegar a esparcir un adulto MANIPULADOR a su alrededor?.
Por favor, antes de etiquetar a nadie, sea mayor o niño, no te quedes con la lectura fácil. Piénsalo dos veces, fíjate, mira más allá de las apariencias, y MIRALE HASTA QUE SEAS CAPAZ DE VERLE.
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Imagina que tienes dos hijos: uno de ellos siempre se queja de todo, tiene un espíritu rebelde y se opone por inercia a cualquier petición que le hagas. Es, cómo decirlo, molesto. Le gusta discutir. Pero lo cierto es que siempre termina haciendo todas las tareas que le pides. Y las hace bien. Incluso mejor que bien, porque es muy perfeccionista. El otro hijo, más tranquilo y sereno, siempre te dice a todo que sí. Nunca se queja. Cuando le pides que se haga responsable de una tarea, enseguida muestra voluntad de llevarla a cabo, pero después, a la hora de la verdad, nunca la acaba del todo, la hace a medias y siempre tiene una excusa - excusa que te expone muy dulcemente, entornando los ojos, mientras te pide amablemente que le ayude-.
Si os quedáis con una primera lectura, el hermano rebelde crecerá escuchando que es malo - aunque en el fondo es responsable y trabajador -y el hermano sereno, crecerá escuchando que tiene muy buen carácter, que es muy buen chico y que pone mucha voluntad en todo - aunque a la larga nunca termina nada y siempre consigue que los demás carguen con su responsabilidad-.
Lo que pasa es que ser padres o amar a alguien implica hacer una segunda lectura , o una tercera o una cuarta si es necesario. No os habéis dado cuenta de que cada ser humano tiene un carácter y una personalidad diferente? No pensáis que aunque el hijo " rebelde " debe limar su carácter tiene muy buen corazón y es muy responsable? No os ha pasado por la cabeza, ni una sola vez , que el hijo "sereno" es muy vivo y muy listo y ha encontrado la estrategia perfecta para no hacer nada y quedar siempre bien ? De verdad deseáis premiar y fomentar la MANIPULACIÓN, las excusas inventadas y las medias verdades? ¿Quién de los dos os parece más confiable ?.
Para conocer a un hijo, a un amigo o a la pareja, para captar su esencia y entenderla, hay que hacer muchas lecturas. Muchas. Pero a menudo por falta de tiempo o por comodidad, nos quedamos con una primera lectura y estigmatizamos a un niño con la etiqueta de "malo" cuando lo único que hacía falta era poner un poco de nuestra parte: verle y escucharle con el corazón - en lugar de con los ojos y los oídos - y darle herramientas para canalizar correctamente su rebeldía-.
Pensad también que con la persona que nos resulta cómoda porque siempre está de acuerdo con nuestra opinión, deberíamos ir más allá y averiguar si sus peticiones de ayuda son reales. También tendríamos que analizar si su aparente fragilidad nos "gusta" porque nos hace sentir útiles e imprescindibles. O peor aún, no será que bajo el disfraz de la amabilidad y la máscara de la fragilidad lo único que quiere esta persona es tomarnos el pelo?.
Así que ya os lo adelanto, si no vais más allá, si no miráis el fondo de las personas y os quedáis sólo en la superficie, el hermano "rebelde" crecerá con la culpa y la etiqueta de "malo" y el hermano de las "excusas" bien estructuradas crecerá con la etiqueta de "bueno" - interiorizando además, que la manipulación es una herramienta positiva-. Y cuesta mucho, mucho, desembarazarse de las etiquetas que nos enchufan de pequeños. O necesitáis que os explique cómo es la vida de un adulto que ha pasado su infancia escuchando que era MALO? O necesitáis que os explique el daño que puede llegar a esparcir un adulto MANIPULADOR a su alrededor?.
Por favor, antes de etiquetar a nadie, sea mayor o niño, no te quedes con la lectura fácil. Piénsalo dos veces, fíjate, mira más allá de las apariencias, y MIRALE HASTA QUE SEAS CAPAZ DE VERLE.
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